Película “Los colores del tiempo”: Un viaje a través del tiempo entre París y Normandía

Fascinado desde hace tiempo por la estética de fin de siglo, Cédric Klapisch, creador de la exitosa trilogía de culto "L'Auberge Espagnole", se atreve a combinar temas históricos y contemporáneos en su decimoquinto largometraje. Todo se entrelaza en un sofisticado viaje en el tiempo, entre 1895 y 2024: Cuatro primos lejanos, que representan a un grupo de herederos, tienen la tarea de descubrir la verdadera historia de la casa de campo de su antepasada Adèle en Normandía, que ha estado cerrada desde 1944 y está destinada a dar paso a un enorme aparcamiento.
Suzanne Lindon cautiva como la joven Adèle, quien valientemente parte de Normandía a París a finales del siglo XIX en busca de su madre desconocida y la encuentra en un burdel. Una conmoción que la lleva a querer saber quién es su padre y a experimentar algunas sorpresas en el camino, como el encuentro con grandes figuras como el impresionista Claude Monet y el fotógrafo Nadar.
El cuarteto de cuatro primos de hoy -un profesor, un apicultor, un ingeniero y un fotógrafo (Abraham Wapler, una especie de imagen especular de Adèle), como un corte transversal de la sociedad moderna- va en busca de pistas y se adentra en la era de la revolución cultural e industrial.
En imágenes estilizadas, el director francés Klapisch retrata un período de agitación y euforia, en el que la nueva fotografía y la pintura del emergente movimiento impresionista compiten entre sí. Juega con imaginación con los niveles temporales, yuxtaponiendo dos épocas —el presente y el pasado— que, aunque similares en su dinamismo creativo y progreso acelerado, experimentan profundos cambios.

Los cuatro primos en busca de pistas: Guy (Vincent Macaigne), Abdel (Zinedine Soualem), Seb (Abraham Wapler) y Céline (Julia Piaton).
Fuente: StudioCanal
Las escenas en las que los lugares de ayer y de hoy se superponen cinematográficamente están inteligentemente combinadas: en una toma Adèle sube una escalera a orillas del Sena, en la toma siguiente un corredor baja corriendo las escaleras en el presente, una vez una modelo posa en un puente para la grabación de un vídeo actual y, poco después, vemos a Adèle paseando por allí.
Por supuesto, la película también es una declaración de amor por París, especialmente por el París de antaño, con un toque de nostalgia. Montmartre aún parece un pueblo, la gente alegre se reúne en el bistró "Le Rat Mort", y los aspirantes a artistas —la vanguardia de la escena bohemia posterior— a veces pagan el alquiler o las facturas con alguna de sus obras.
Y cuanto más intensamente profundizan los cuatro primos en la historia familiar en su búsqueda de sus raíces y descubren paralelismos, más se difuminan los límites entre pasado y presente en este sutil viaje a través del tiempo, y descubren su propio camino hacia el futuro.
“Los colores del tiempo”, dirección de Cédric Klapisch con Suzanne Lindon y Abraham, 125 minutos, FSK12.
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